Los beneficiarios





Es innegable pensar que los primeros beneficiarios son los nativos digitales para quienes el uso de este tipo de herramientas es algo cotidiano y si además de eso se lo inmiscuye al proceso educativo se obtendrá buenos resultados de ocupar su tiempo en actividades provechosas, mientras desarrollan la inteligencia, el razonamiento y la investigación.


Pero esta metodología rompe barreras y va más allá buscando que cualquier persona que tenga a la mano un dispositivo electrónico móvil, se pueda mantener vinculado a una actividad de aprendizaje.


Actualmente muchas personas que por su actividad laboral deben viajar constantemente se mantienen al tanto de los procesos académicos de sus cursos virtuales mediante sus dispositivos móviles o reciben las clases en podcasting mientras viajan.




Este sistema se emplea para beneficiar también a personas que por diferentes razones no pueden asistir de forma presencial a cursos o seminarios laborales pero los reciben desde cualquier lugar en el que se encuentren.

Permite a los docentes activar una actividad determinada desde cualquier lugar y horario, con alertas a los participantes sobre nuevos contenidos, y de igual manera revisar los contenidos publicados por los participantes y evaluar.


Sin embargo debemos considerar que esta herramienta tiene un mayor apogeo en países desarrollados donde el acceso a los dispositivos móviles y los costos de uso son más accesibles para la población, y donde además existen mayor alcance a nuevas tecnologías en menor tiempo.


En nuestro medio todavía existen limitantes, principalmente por la capacidad adquisitiva de la población y de las instituciones educativas para implementar plataformas adecuadas que permitan impulsar la aplicación de esta herramienta complemento del e-learning.